miércoles, 6 de abril de 2011

RESPONSABILIDAD EN EL BUEN EJERCICIO DE LA PROFESIÓN


Por María Antonieta Benavides
Carné 2073

El periodismo en palabras del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, es “el mejor oficio del mundo” y no es para menos, apasiona a todo aquel que ha decido entregar su vida a esta profesión llena de sacrificio, compromiso y responsabilidad social.

Los periodistas viven en una constante búsqueda de información para hacerla llegar a sus públicos. Es precisamente ese deber que nos permite recordar una serie de libertades y derechos, se les consultó a profesionales en Periodismo y Derecho respecto al tema del ejercicio de la libertad de expresión.

El Artículo 29 de la Constitución Política de Costa Rica, la libertad de expresión es otorgado dentro del Estado liberal, a favor de toda persona sin distingo de ideológico, de nacionalidad o de edad.

“El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas. Nuestra Constitución Política indica que nadie puede ser perseguido ni inquietado por las manifestaciones de sus opiniones. Esto implica que en Costa Rica, todos pueden comunicar sus pensamientos y publicarlos sin previa censura”, detalló Adriana Zamora, abogada y docente de la Escuela de las Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica.

Por otro lado, la libertad de prensa es una hermana de la libertad de expresión y nace básicamente como la autorización que el estado les otorga a las personas para que puedan inicialmente imprimir su pensamiento y su consciencia.

“La libertad de prensa más bien hace referencia a la existencia de garantías con las que los ciudadanos tengan el derecho de organizarse para la constitución de medios de comunicación. Y lo más importante es que el Estado no puede controlar ni censurar los contenidos”, confirmó Zamora.

Por su parte, el Derecho a la Información, nace con la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 que es el derecho que se consagra no solo a quien busca y difunde la información sino a quien la recibe.

Tarea pendiente
Para los expertos consultados existen algunas necesidades y nuevas herramientas imperiosas de implementar, sin dejar de lado el papel de las empresas periodísticas en este proceso.

El profesor de ética y ganador del Premio Jorge Vargas Gené en el 2007, Ricardo Lizano, cree importante que exista momentos de reflexión en las salas de redacción entre los directores, jefes de información y periodistas, más comunicación entre ellos, un proceso dialéctico. Así como también que cada acto del periodista debe ir acompañado de la ética. “A veces trabajamos en el desarrollo de los acontecimientos y no tomamos espacio para reflexionar si lo que estamos haciendo bien o no.”
Lizano hace algunas sugerencias que deben tener presente los periodistas en el momento de elaborar una información, como la veracidad, el respeto a la intimidad, la objetividad, además agregó: “no es simplemente la suma de opiniones; la aproximación a las cosas de la forma más verídico posible. Guardar distancia de las fuentes; no prestarse a la divulgación de información que no ha sido verificada.”
Adriana Zamora, considera que existen una serie de reglas que deben aplicarse: el equilibrio en las fuentes de información consultadas, además el periodista tiene que respetar el derecho a la imagen.

“Se le suele atribuir delitos basados en fuentes equívocas o inexistentes. Por ejemplo, cuántas veces leemos en la bajada de una nota que la venganza fue por cobrar una deuda por drogas, y en el contenido de la nota, ninguna autoridad hace referencia a esto. Sólo un juez indica quien es culpable o inocente. Muchas personas han sido sentenciadas por los medios, luego en juicio son declaradas inocentes, pero su imagen quedó manchada de por vida.”, confirmó Zamora
Por su parte, Luis Sáenz, reconoce que se debe democratizar los medios al reconocer al público su derecho a ser informado y que sea de forma veraz, construida a partir de una pluralidad de fuentes de información y además que este apegada a las reglas de comportamiento.

“Establezcamos normas. Es importante establecer el Secreto Profesional a favor del periodista, y conjuntamente con ellos establecer el principio de la Cláusula de Conciencia. Para mí lo más importante sería establecer regulación legal que proteja al periodista contra autocensura, porque ese es el problema más grave dentro de una redacción, el periodista que tienen que autocensurarse para garantizarse su estado allá dentro, o al periodista que se le obliga a desarrollar conductas de carácter delictivo como es la cámara escondida”, puntualizó Sáenz.

Alejandro Delgado Faith, abogado del Colegio de Periodistas, difiere de lo anterior, considera “más apropiado hablar de secreto de la fuente que de Secreto profesional. Hasta qué punto la cámara escondida es un delito, la Sala Constitucional ha dicho:” El abogado citó la resolución Nº 2007015494 en el caso de Repretel Canal 6 y un reportaje llamado “visas de ingreso difícil”: “…En esencia, en el presente asunto, este Tribunal Constitucional, ante una eventual y aparente colisión entre el derecho a la imagen del recurrente y el derecho a la información ejercido por el medio de comunicación colectiva respecto de información de relevancia pública, opta por concederle un valor preferente al segundo, puesto que, además de ser un derecho fundamental –en su perfil activo y pasivo-, constituye una inequívoca garantía institucional para garantizar un régimen democrático y pluralista a través de la información que los medios de comunicación colectiva le puedan brindar a la opinión pública, en aras de una adecuada transparencia y publicidad y de un efectivo control ciudadano sobre las políticas públicas y su gestión, evitando que se presenten o rectificando situaciones irregulares o anómalas…”

Las estrategias para garantizar el uso correcto del derecho a la información en las salas de redacción para Juan Sánchez, director de la Carrera de Periodismo de la Universidad Interamericana de las Américas (UIA), proviene del periodista.
“Creo que la mejor estrategia nace del periodista. Si investiga bien, maneja datos y presenta los hechos como son, nadie le va a objetar a lo interno de una sala de redacción su nota, pero si el editor detecta incongruencias o datos inexactos, empezará a cuestionar con toda razón y posiblemente opte por no publicar el reportaje. El buen uso del derecho de información debe ser garantizado por el mismo periodista y si él está seguro que lo hace bien, entonces exigir respeto a sus jefes”, comentó Sánchez.

Adriana Zamora reconoce que en ese punto se llega al límite entre lo legal y lo ético, y hace una serie de aportaciones como: la implementación de capacitaciones y el Defensor del lector; además de un código de ética para la cobertura de informaciones en general y de los sucesos en particular, que surja desde los mismos periodistas y de la labor de estos con expertos. “Esto no es nuevo, y no es una censura previa (sobre el Defensor del lector). Es una forma de relación en el público que demanda un producto mejor y más digno a la empresa que pretende ofrecerlo. Este Ombudsman atiende quejas, sugerencias sobre el contenido del medio. Y por último. Soy de las que apoyan la urgencia de implementar capacitaciones para profesionalizar a la prensa. Es importante que esto cuente con el aval de los dueños y directores de los medios”, explicó Zamora.

Hay muchas tareas pendientes, sin embargo, la discusión y el acuerdo entre las partes involucradas permitirá un mejor desempeño en “el mejor oficio del mundo”.

marbenba@yahoo.com