miércoles, 23 de octubre de 2013

Chota en la campaña

Por Vilma Ibarra


El Presidente del Tribunal Supremo de Elecciones puso el dedo en la llaga del trabajo de los periodistas en la campaña electoral. “En una campaña, dijo, Ustedes no son importantes. Son indispensables”. Y sin elucubraciones innecesarias nos recordó que los medios mediamos. Intermediamos en general entre los distintos sectores de la sociedad y muy particularmente entre los ciudadanos y los políticos.

La política hoy se define como una actividad esencialmente mediatizada. Por eso, en la apertura del proceso el 2 de octubre, Luis Antonio Sobrado nos pidió aportar a los ciudadanos información para decidir y no burda entretención. “Hagan preguntas incómodas, cuestionen la viabilidad de las promesas de campaña y apliquen todo el rigor del periodismo profesional... Pero por favor, no llenen de negativismo, sarcasmo y chota la cobertura de esta campaña. Dinamitar la política, agregó, es serruchar la rama sobre la que ustedes están sentados... una amarga lección que con dolor aprendieron, muy tarde, los medios de comunicación en países que se deslizaron del malestar al populismo y del populismo al autoritarismo”.

Me atrevo a decir que fue la mejor parte del discurso del Magistrado Sobrado. O tal vez fue acaso la que más me tocó a mí. Pero curiosamente, no vi una sola referencia en las noticias acerca del jalón de orejas que nos recetó. Ni una sola.

Los periodistas tenemos epidermis delicada. Nos quejamos de lo mismo respecto de los políticos pero ciertamente la nuestra es una piel ultrasensible. Por tanto, nunca aceptamos señalamientos. Muy pocas veces estamos dispuestos a explicar nuestros procedimientos y casi nunca admitimos nuestros enormes yerros cotidianos, cuando nos resbalamos en las cáscaras de la imprecisión, de la falta de corrección; del prejuicio y el preconcepto. Pecamos de arrogancia y hacemos gala de ignorancia. Nos parapetamos en la libertad de prensa y con ese escudo nadie puede decirnos nada. Seguramente por eso, el llamado del Presidente del TSE cayó en saco roto. Nos importa un comino que se nos conmine. Cualquier llamado a la prudencia, al juicio crítico y al ejercicio profesional del oficio, no es con nosotros.

Sería mucho más severo y ciertamente más riguroso preguntarles a los candidatos presidenciales cómo enfrentarán la desaceleración económica. Cómo encararán el desafío de la creciente inequidad; las hondonadas de la desigualdad. Cómo pretenden resolver el agujero fiscal y con qué armas lucharán por rescatar nuestro pacto social fundamental. O un sinfín de cuestionamientos de fondo más. Pero esas preguntas no harían parte de la chota y la chanfaina. Y nos resulta más cómodo ridiculizarlos. Hacerlos parecer como payasos, insensibles, ignorantes o “desenchufados” según el término de moda. Por eso seguimos abonando el descontento y la irritación ciudadana. Que los políticos carguen con todo el peso de la debacle. De por sí no es con nosotros.

Y el que salga de último, que apague la luz.
 

jueves, 22 de agosto de 2013

Pilar Cisneros afirmó que quedó en deuda con su teleaudiencia al no dar noticias positivas

Por Carlos Vilchez Navamuel





La periodista y Codirectora de Telenoticias canal 7 de Costa Rica fue entrevistada hace unos días en ese mismo canal por su colega Rodolfo González del programa 7 Días, esto se realizó a propósito de la decisión que tomó doña Pilar de retirarse del noticiero que se produce en La Sabana para iniciar un nuevo proyecto que se especializará en noticas positivas.  

La primera  pregunta de González fue el por qué ese cambio tan drástico, como se sabe, doña Pilar se ha caracterizado por hacer entrevistas duras y ser muy polémica en su espacio de noticias, la gente ve en ese noticiero más noticias negativas que otra cosa, a lo que la señora Cisneros contestó que  “tal vez estamos hablando de una deuda Rodolfo, porque una de las quejas que tienen los televidentes con respecto a las noticias es el por qué sacan solo lo malo”.  Luego al final de la entrevista confesó que su mayor error fue no ser balanceada con las noticias en su noticiero.
http://www.teletica.com/Noticias/Note.aspx?Note=21670&fb_comment_id=fbc_592930054079077_6341555_592959734076109#fc18064460da16

Como ya lo habíamos comentado en un artículo anterior titulado “Las noticias en nuestra televisión”  un noticiero de televisión se compone de varios segmentos allí  afirmamos  entre otras cosas que “La hora que nos ofrece por lo general un noticiero de mediodía se compone de un minuto aproximado en la presentación, entre 15 y 20 minutos de sucesos y noticias nacionales, unos 5 o 7 minutos de alguna entrevista o reportaje, un par de minutos de noticias internacionales si acaso, 6 o 8 minutos de noticias de la farándula, 10 minutos de noticias deportivas y 15 minutos son de publicidad.” Y que “Las noticias que se publican utilizan la repetición de escenas impactantes, de esa manera maximizan la noticia como tal, ejemplo de ellos son las tomas de un accidente, de un terremoto o de unos patos bañados de petróleo, también destacan la noticia de forma negativa, por ejemplo cuando se habla sobre el desempleo, resaltan el porcentaje de los desocupados y no el porcentaje de los ocupados siendo este último siempre superior”.   http://www.carlosvilcheznavamuel.com/las-noticias-en-nuestra-television/

Hace bien la periodista en reconocer su deuda con los televidentes, somos muchos los que vemos a diario un programa desproporcionado de noticias y sucesos negativos acompañado de noticias irrelevantes como son las noticias de la farándula tica. Hace bien en reconocer entonces que su noticiero no ha sido balanceado y que ese ha sido su error, y hace bien  también en reconocer que hay colegas suyos que son iguales a sus congéneres, al afirmar que también hay periodistas corruptos, porque a veces da la impresión de que algunos periodistas como ella creen que al ejercer esa profesión están allá arriba que todos, allá a la par de los dioses del Olimpo.

Entendemos que los periodistas deben dar las noticias sean estas buenas o malas, pero por qué no equilibrar el noticiero,  las noticias negativas son las mismas de siempre, catástrofes accidentes robos, asesinatos, suicidios, las “tortas” de algunos políticos, deportistas o curas  de turno, lo que no hacen o no cumplen, en fin destacar lo negativo ha sido su objetivo, seguimos pensando que han sido y siguen siendo desproporcionados los periodistas  cuando por ejemplo cuando publican investigaciones periodísticas a medias y destrozan la vida de personas sin haber sido juzgadas.

En el mundo que vivimos los seres humanos -estamos seguros-  existen más noticias positivas que negativas, hay más gente buena que mala, más personas razonables que irrazonables, más individuos haciendo el bien para sus familias y la sociedad que los que hacen el mal.

Las historias por contar son millones, héroes del diario vivir, niños, jóvenes, adultos y ancianos repletos de historias positivas, personas que han superado los obstáculos más adversos, personas solidarias con sus semejantes,  y a la par de esto existen otro tanto de noticias positivas que las conforman por ejemplo los avances en la medicina y en la ciencia en general, así como también en el desarrollo de las nuevas tecnologías que nos asombran a diario y que facilitan cada día más la vida de las personas.

Estamos seguros que la sociedad no se beneficia programando noticieros desbalanceados, al contrario cuando se maximiza la negatividad, la sociedad se enferma, debemos cambiar el modelo, el equilibrio en todas las cosas es lo mejor.

Buena entrevista la del periodista González, bien por doña Pilar que aceptó sus errores, más vale tarde que nunca hacerlo, ojalá eso sí, que los jóvenes periodistas aprendan de su experiencia y no les tome otros 40 años reconocer lo equivocados que pueden estar. 

miércoles, 31 de julio de 2013

La prensa en los tribunales

Por Carlos Vilchez Navamuel




El periódico La Nación de Costa Rica publicó el 20 de julio de 2013 un editorial intitulado “La política en los tribunales”.  Esto nos motivó a escribir este artículo y titularlo como lo hicimos porque aunque como veremos más adelante el editorial menciona algo sobre el papel de la prensa en este tema en particular, lo hace obviando algunas cosas que no se pueden dejar pasar por alto.   

La publicación del artículo de fondo del matutino en su versión digital, destaca además dos sentencias debajo del título que son verdaderamente lapidarias, la primera dice: “La judicialización de la política, sobre todo en la jurisdicción penal, aleja del servicio público a ciudadanos capaces y conduce a la parálisis”. Y la segunda afirma o sugiere que “El Estado no debe desatar investigaciones penales sin elementos suficientes para fundar un juicio de probabilidad sobre la comisión del ilícito”.

Este editorial  menciona además un discurso pronunciado por el fallecido presidente de la Corte Suprema de Justicia, Dr. Luis Paulino Mora, al inaugurar el año judicial 2011 donde  clamaba contra la judicialización de la política, aclaraba lo que el estado no debe de hacer y señalaba la cuota de responsabilidad que tiene la prensa como lo veremos a continuación cuando don Luis Paulino habría mencionado en ese discurso que  “La prensa también tiene una importante cuota de responsabilidad. Está demasiado ávida de dar cuenta de los hechos denunciados, sin detenerse a sopesar sus méritos y, con frecuencia, confundiendo la hipótesis del denunciante con hechos comprobados.  Ningún periodista ignora, tampoco, la caja de resonancia que se obtiene para determinada noticia con solo preguntar al Ministerio Público sin investigar. La respuesta es con demasiada frecuencia un “si”, porque lo contrario no da buena impresión. Con eso, se consigue un nuevo titular: “Ministerio Público investigará…” y se le abonan créditos a lo inicialmente informado”http://www.nacion.com/opinion/editorial/politica-tribunales_0_1354864504.html

El comentario sobre una parte del problema es claro, pero omitió mencionar otros vicios que se sabe ocurrieron en los casos por ejemplo de los expresidentes Calderón y Rodríguez donde vimos una extraordinaria comunicación entre personas que trabajaban en los tribunales no identificadas y los periodistas principalmente de Canal 7 y de La Nación que obtuvieron en ese momento información casi instantánea de documentos que estaban en sumario, sin entender el contubernio que allí parecía existir, mientras que los indagados y los abogados defensores siempre estaban en desventaja.

A todo esto nosotros pensamos que de la misma forma que “El Estado no debe desatar investigaciones penales sin elementos suficientes para fundar un juicio de probabilidad sobre la comisión del ilícito”. La prensa tampoco debería de publicar informaciones sin estar totalmente segura de la noticia que van a revelar.

Hace bien La Nación en reconocer en su editorial parte del problema, ojalá  en el futuro  acepten lo dicho por don Luis Paulino y sean congruentes con lo expresado en su editorial, pero deberán ser más cuidadosos al dar una noticia sin violar los derechos fundamentales de las personas.  Como bien lo expuso el expresidente Miguel Ángel Rodríguez en una carta a la columna en ese periódico: “¡Albricias por esa claridad conceptual y valentía! Más vale nueve años tarde que nunca. Ahora, en aras de esa misma claridad conceptual y valentía, falta un mea culpa en do sostenido”.http://www.nacion.com/opinion/cartas/Cartas-Columna_0_1356864313.html

lunes, 29 de abril de 2013

Si la libertad de prensa no existiese, habría que inventarla

Dr, Rodolfo Hernández G.


El ser humano siempre ha tenido una aspiración válida: ser libre. Pero hechos los hombres, hechas las normas. Su manifestación más antigua la vemos reflejada en los diez mandamientos.


Hace casi 3.300 años, el Creador de todas las cosas había puesto pesos y contrapesos, porque Él, que se había arrepentido de crear al hombre por su mal comportamiento (Génesis) sabía que a la libre, el ser humano, en su apetito insaciable, es capaz de cualquier cosa.

Mucha agua ha corrido desde entonces y nadie podría dudar de que, en la mayoría de los casos, quienes han dictado las normas para evitar el libertinaje, lo han hecho henchidos de buena fe. Lamentablemente, no siempre ha sido así.

En Costa Rica tenemos dos ejemplos recientes de cómo no se deben hacer las cosas: en primer lugar, el abortado proyecto enviado a la Asamblea Legislativa para cobijar con inmunidad perpetua a los miembros de los supremos poderes y, en segundo lugar, la llamada “ley mordaza”.

Ambas son iniciativas típicas de una tiranía en democracia, inconcebibles al nivel del siglo XXI.
Los que tienen derecho a pensar mal en busca de acertar, podrían considerar que una está ligada con la otra: primero me blindo, luego peco; después, aquí paz y después gloria. Pero a este país ya no se le mete un diez con hueco. Y está demostrado que, a la fuerza, ni un purgante.

Algunos señores diputados y este Gobierno parece que se olvidaron –espero que definitivamente– del adefesio que pretendía el blindaje a favor de la impunidad.

Hace solo unas horas, los llamados padres de la patria aprobaron la esperada reforma a la conocida como “ley mordaza”, una iniciativa que, en el fondo, pretendía meter a la cárcel a los periodistas investigadores, a los medios de comunicación libres e independientes, y acallar, al mismo tiempo, a una ciudadanía sedienta de buenos actos, de integridad en la función pública y privada de rectitud a toda prueba.

Estoy contento y deseo compartirlo. Me siento feliz de que esto haya ocurrido. Costa Rica lo celebra como un triunfo de la democracia; como debe ser.

Hago mías las palabras del benemérito de la patria don José María Castro Madriz, pronunciadas cuando, siendo presidente de la República, gobernaba un terreno movido por pasiones e intereses personales y de familia: “La libertad de la prensa es un derecho consagrado por la ley, y como tal debo respetarlo, cualesquiera que sean las consecuencias que de su ejercicio para mí resulten. Quizás su acción en estos momentos no sea favorable para mi gobierno, desde luego que contra él se esgrimen con no disimulada furia sus armas; pero esa libertad es una de las que más habrán de aprovecharle”.

 Y agrego de mi cosecha: Si la libertad de prensa no existiese, habría que inventarla. Una democracia sin fiscales acuciosos es una democracia abortada.

martes, 19 de marzo de 2013

Regular la prensa ávida de escándalos, una fórmula para vigilar a los vigilantes


Por Carlos Vilchez Navamuel


 
Ya lo hemos mencionado en varios escritos anteriores, si toda actividad del ser humano  ha sido regulada, ¿Por qué entonces no regular la prensa? ¿Acaso esta disciplina no la trabajan seres humanos? Y aclaramos que no, no estamos hablando de leyes mordazas ni nada que se parezca, hablamos de la necesidad de que esto se regule porque como ya lo hemos visto en bastantes ocasiones  la prensa y los profesionales que trabajan en ella  se exceden y abusan muchas veces de su poder para comentar sobre personas públicas vulnerando sus derechos fundamentales.

En el sitio digital de Reuters (América Latina) del lunes 18 de marzo de 2013 aparece un artículo escrito por Andrew Osborn titulado “Gran Bretaña sella acuerdo para regular a la prensa ávida de escándalos”  Recordemos que Gran Bretaña había abierto una investigación al periódico News of the World por haber realizado escuchas ilegales a diferentes personalidades y víctimas de crímenes   para crear historias morbosas.

El periódico argentino La Nación publicó un artículo el pasado 30-11-12 que nos decía  que quien lideró dicha investigación fue el juez Brian Leveson, el mismo que presentó un informe de 2000 páginas ante la Cámara de Comunes y que este había afirmado: “Que parte de la prensa actuó en los últimos años como si no estuviera regida por un código de conducta. Para remediarlo, propuso un sistema destinado a promover estándares de calidad para los medios y proteger a las víctimas.” “Propongo una regulación independiente para la prensa organizada por la propia prensa, con un proceso de verificación estatutario para apoyar la libertad de expresión, proveer estabilidad y garantizar al público que este nuevo órgano es independiente y eficaz”

Y añadió: “Si bien Leveson alabó el papel que ejerce la prensa en Gran Bretaña, opinó que el actual sistema de autorregulación que tiene, a través de la Comisión de Quejas de la Policía (PCC, por sus siglas en inglés), "ha fallado", ya que algunos periódicos, en su implacable búsqueda de noticias sensacionalistas, protagonizaron conductas "vergonzosas" que "causaron estragos en las vidas de muchas personas inocentes".  "En una democracia, la prensa hace rendir cuentas al poder, pero [en estos años] los medios no aplicaron ese principio a ellos mismos", denunció el juez. Y concluyó: "La pelota vuelve a la cancha de los políticos: ahora ellos deben decidir quién vigila a los vigilantes"

El escrito de Osborn al que nos referíamos al principio empieza así: “Los tres principales partidos políticos de Gran Bretaña acordaron el lunes crear un nuevo sistema que regule los diarios ávidos de escándalos del país, después de que una investigación pública sacara a la luz una cultura de escuchas telefónicas a gran escala y otros comportamientos poco éticos. El acuerdo, que se espera sea aprobado por el Parlamento más tarde el lunes, establecerá un nuevo regulador de prensa, introduce multas de hasta un millón de libras (1,5 millones de dólares) y obliga a los periódicos a publicar disculpas destacadas llegado el caso. El sistema será voluntario, pero habrá fuertes incentivos financieros para alentar a los periódicos a que se acojan a él.”  http://lta.reuters.com/article/worldNews/idLTASIE92H03E20130318

Por otra parte un  comunicado de la Agencia EFE nos dice entre otras cosas que el primer ministro David Cameron refiriéndose a este tema había dicho que “El sistema garantizará las disculpas, un organismo auto regulador con supervisores y financiación independientes, un robusto código ético, un servicio de arbitraje gratuito para las víctimas y un mecanismo rápido de gestión de quejas” El cable añade que son  “Enmiendas, no ley. La necesidad o no de legislar es lo que había enfrentado a los tres principales partidos y lo que llevó a Cameron a declarar la semana pasada la ruptura de las negociaciones con sus rivales laboristas–-en la oposición– y liberaldemócratas, socios minoritarios en el gobierno de coalición. Así, el nuevo organismo regulador no se creará por medio de una ley, que es lo que rechazaban los conservadores de Cameron, si bien sí se precisarán dos enmiendas a otras legislaciones para  acabar de  apuntalarlo, que es el tanto que  se apuntan  los otros dos partidos. Una de estas  enmiendas servirá  para introducir unos “incentivos” que animen a los periódicos a adherirse al organismo auto regulador de afiliación voluntaria, de manera que los que no lo hagan estarán sometidos a penalizaciones más graves en caso de pleito.”        http://www.efe.com/efe/noticias/espana/mundo/los-partidos-britanicos-acuerdan-nuevo-marco-regulador-para-prensa/1/4/1995048

Para nosotros son buenas noticias y una luz de esperanza para que otros países emulen este tipo de iniciativas como la que se lleva acabo en Gran Bretaña, todo esto nos recuerda un artículo que escribió  mi hermano Ricardo Vilchez Navamuel  hace unos años  titulado “Reglamentar los medios de comunicación y la prensa” donde precisamente señalaba las razones de esa necesidad.
http://porunaprensamashumanayobjetiva.blogspot.com/2009/08/eglamentar-los-medios-de-comunicacion-y.html 






viernes, 25 de enero de 2013

Juez Baltasar Garzón asegura que los Medios de Comunicación pueden influir muchísimo en los Jueces

Por Carlos Vilchez Navamuel

 
Como se sabe, hoy día existe una forma injusta, cruel y despiadada de enjuiciar a las personas sin haberlas llevado a un juicio en los tribunales constitucionales, esto sucede cuando una persona es cuestionada ante la opinión pública por uno o muchos medios de comunicación de algún hecho sospechoso de forma exagerada y desmedida, a esto se le llama juicio mediático.

En nuestra región se han visto involucrados en este tipo de juicios mediáticos sacerdotes, expresidentes, políticos, deportistas y artistas, personas que de una u otra forma en los medios de comunicación se consideran personas públicas, entre más famosa o importante sea la persona, más se aprovechan los medios de llenarnos de páginas y horas de radio y televisión  y más fácil  se convierten en juicios mediáticos.

Pero ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Qué sucede si la persona es inocente? ¿Quién o quienes responderán por los daños directos sean de tipo psicológicos, financieros y familiares de estas personas?

Y más importante: ¿Cómo y cuánto pueden influir los reportajes que hacen los medios de comunicación en los jueces que tienen que juzgar a estas personas?

La respuesta la tenemos directamente de uno de los jueces más famosos del mundo, el ahora ex juez español Baltasar Garzón, famoso por “por haber sentado en el banquillo al ex dictador chileno Augusto Pinochet, al torturador argentino Adolfo Scilingo”  y ahora más que nunca  por haber sido inhabilitado por 11 años por la justicia española el año pasado.  http://www.lanacion.com.ar/1531822-el-ex-juez-baltasar-garzon-se-radica-en-la-argentina

Como se sabe el ex juez se fue para la Argentina, país que le concedió de forma expedita una residencia temporal y allí Hebe de Bonafini le hizo una entrevista para la revista de las Madres de Plaza de Mayo donde aseguró “Que los medios de comunicación “pueden influir muchísimo” en los jueces.” Declaración que no fue muy destacada en los medios argentinos como era de esperarse.   http://site.informadorpublico.com/?p=244

Si esto es así entonces debemos de preguntarnos ¿Cuántos juicios han influenciado en los jueces? ¿Qué clase de justicia se está ejecutando cuando los jueces son sometidos a esta presión? ¿De qué forma  podríamos evitar que esto suceda? ¿Cuándo empezarán los medios de comunicación a estudiar y reflexionar sobre este tema? ¿Y qué otras medidas se pueden ir tomando para que esto no se repita?

Las preguntas quedan allí para que los estudiosos, analistas y especialistas analicen y propongan soluciones a este tema tan viciado por los intereses creados y que perjudica directamente en los juicios de estas personas.