viernes, 28 de agosto de 2009

Premio Nóbel y Presidente de Costa Rica opina sobre la prensa

Por: Carlos Vilchez Navamuel


El Premio Nóbel de la Paz y Presidente de Costa Rica en un sorprendente discurso en la Jornada por Costa Rica: Debates sobre los desafíos del desarrollo nacional en el Salón de Expresidentes, Asamblea Legislativa 26 de agosto de 2009, opina sobre la prensa y los medios de comunicación en general, aunque quizás se quedó corto al referirse solo a lo político, porque sabemos que a la prensa le da igual que sea un cura, un artista o un político, creemos importante transcribir los extractos del dicurso de Don Oscar sobre este tema.



Oscar Arias Sánchez
Premio Nóbel y Presidente de Costa Rica

“Creo que para que la democracia realice su verdadero potencial para la construcción de sociedades más libres y más desarrolladas, no sólo se requiere de una prensa libre, sino también de una prensa clara de su papel en la sociedad, y sobre todo responsable”

“No podemos seguir operando sobre la ficción de que los medios de comunicación simplemente informan a los ciudadanos. Nos guste o no, la prensa contemporánea hace mucho más que eso: no sólo informa sino también influye, decisiva y casi siempre deliberadamente, sobre las opiniones políticas de las personas. Lo hace a través de su línea editorial, del tratamiento que da a las noticias, y principalmente con la inevitable selectividad de la cobertura noticiosa”

”Hay que reconocer que en nuestra época, la prensa es un actor político fundamental. Ello no sería ningún problema, de no ser porque nada nos hace suponer que los medios de comunicación responden única, o siquiera fundamentalmente, al interés público. Los medios de comunicación son, ante todo, empresas, corporaciones que buscan producir utilidades. Y a diferencia del poder de los funcionarios políticos, el de los medios de comunicación no está sujeto a término, ni está sometido a las estrictas reglas de transparencia que les son demandadas a los políticos”

“Es urgente que entendamos que debemos ser muy cuidadosos con la pretensión de algunos medios de arrogarse la representación del interés público, y de sustituir en esa función a los representantes electos democráticamente. No olvidemos que la misión de representar el interés público se delega por medio del sufragio en instituciones creadas al efecto. La prensa no gobierna, ni siquiera cogobierna, en una democracia”

“Aún así, existe una inclinación por parte de algunos medios de comunicación a considerar sus opiniones y recomendaciones, como imperativos ineludibles para la Administración”

“Quien ejerce la Presidencia de la República, o aspire a ejercerla, deberá entender esto si desea darle estabilidad y coherencia a su Gobierno. Deberá sostenerse firme en sus convicciones y en sus ideales, no importa cuán fuerte sea la presión para que las abandone.
Ésa es la soledad del poder. En una democracia la prensa nunca se someterá al Gobierno, ni tiene por qué hacerlo. El Gobierno tampoco debe someterse a la prensa. Si lo hace, es menos democrático, es menos libre y es menos Gobierno”

”¿Por qué es esto importante de cara a los desafíos del desarrollo nacional? Porque debemos entender que también los medios de comunicación, como contralores, están sujetos a límites. Deben entender que con sus potestades, viene también su responsabilidad. Viene la responsabilidad de ser firmes, pero mesurados en la crítica del sistema político; la responsabilidad de denunciar la corrupción, pero haciendo siempre la distinción entre el funcionario que ocupa transitoriamente un cargo, y la institución que permanece en el tiempo; la responsabilidad de no sólo criticar lo malo, sino también reconocer lo bueno; la responsabilidad de no sólo destruir las malas prácticas políticas, sino también de estimular las buenas prácticas cívicas”

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